04 mayo 2009

SECRET SHINE: AFTER YEARS



  • Lanzamiento: 2003 (material original de 1992-94)
  • Género: Shoegazer
  • Artistas similares: Slowdive, The Ecstasy Of St. Theresa, Black Tambourine
A buen seguro que haber puesto mis emociones melófagas en modo aleatorio no proporcionará una explicación convincente para las redundancias de género que cometo con apenas diez pasajes abiertos en el blog, pero desde hace unos meses vivo entre polos que se atraen hacia espacios soñolientos y encuentro en ello una razón de peso para buscar levitaciones ensimismadas y turbulencias introspectivas en las cadencias polifónicas de los motetes más artificiosos y, refinando la tendencia, también en la arquitectura vaporosa de los pioneros de la escuela (nada de secuela) shoegazing, otro nombre tontorrón que al parecer debe su origen a la arraigada costumbre de tocar cabizbajos compartida por muchos de los grupos surgidos de las nieblas del Támesis... actitud de timidez o bordería inglesa, podrían precisar otros. Lo que no dejaría de asombrarme si fuera sensible a la tornadiza vehemencia de la naturaleza humana es que Secret Shine, cuyo primer larga duración Untouched, fechado en 1993 e incluido después en After Years (cortes 5 a 12) junto a obras de menor entidad, no sólo puede tutearse sin rubor con las producciones más logradas de Ride y Slowdive, sino que representa la quintaesencia crepuscular, el brillo secreto de ese fluido de honduras, y nadie de quien tenga noticia se ha molestado en brindarles una metáfora que invite a recorrer su itinerario, generoso en caprichos, con atención. 
 

Dadas sus coordenadas históricas, también es factible que los numerosos componentes de Secret Shine (hasta tres guitarras) no hayan pasado de ser puntillosos imitadores que ejecutan con actitud fervorosa sus afinidades retrospectivas. Si son un sucedáneo, entonces las matrices originales deben sentirse orgullosas, pues a todas luces resulta innegable que llegaron a ilustrar de forma espléndida la santísima cuaternidad de efectos siderales a la que dan lugar las voces barbitúricas aprendidas del Darkwave de Cocteau Twins y Hugo Largo, la estructura multicapa de cuerdas que rockean en Noise melodías reconocibles como un préstamo Dream Pop y la gama de graves de muy truculento vigor Post Punk.

BELONG: OCTOBER LANGUAGE


  • Lanzamiento: 2006
  • Género: Noise, Glitch, Ambient
  • Artistas similares: Fennesz, Tim Hecker, Jesu
No me atrevería a proclamar que la primera década del presente siglo haya sido prodigiosa en el campo musical tan profusamente abonado por las precedentes y, contra todo pronóstico, con una frecuencia que excede las previsiones más optimistas, en los últimos años he ido encontrando maravillas y rarezas que caen fuera de discusión cuando concurren ambas cualidades tal como sucede en este October Language de Belong, el dúo cuya sede se encuentra en la capital de El Señor de las Moscas, alias Belcebú: New Orleans. La referencia a su ubicación geográfica es un mero formalismo, ya que Turk Dietrich y Michael Jones componen en una órbita que pertenece a otra galaxia, pero me viene de perlas para recordar que terminaron su grabación poco antes de que el huracán Katrina arrasara gran parte de la ciudad en agosto de 2005. Y, exactamente como un presagio de la debacle, nos cae esta bomba de luz arropada por borbotones de distorsión a través de la cual nos sentimos catapultados hasta rozar un cielo indivisible, dueños y perdidos en la cresta de la ola con intervalos que obedecen a maniobras donde la perplejidad se sublima en un lento rayo de tristeza. Aquí no hay cantos de sirena ni subyacen teclados zalameros donde anidar el ánimo; por el contrario, las guitarras se encargan de sostener el pulso del ritmo y la armonía como jamás hubiera sospechado un fanático del Doom Metal a lo The Angelic Process. Algún humorista ha dicho que su sonido se asemeja a una aspiradora sobre un registro de Enya y hasta puede que además de ingenioso tenga incluso un adarme de razón. Sin embargo, sólo después de haberse zambullido de cabeza en este magma flotante podréis saber si la chanza queda refutada...

ULTRA VIVID SCENE: ULTRA VIVID SCENE


  • Lanzamiento: 1988
  • Género: Trance Rock, Noise Pop
  • Artistas similares: The Jesus And Mary Chain, The Velvet Underground, Felt
Quienes hayan escuchado este apasionado comienzo del efímero conjunto abanderado por Kurt Ralske tal vez ignoren que entre sus hazañas como creador autodidacta encontramos un historial de lo más variopinto: guitarrista de los anarcopunks Crash a principios de los 80, productor de grupos de talante indie en los 90 y videoartista beneficiado recientemente con una beca de la Rockefeller Foundation que le ha permitido exhibirse a nivel internacional, son hechos que se suman a su actividad docente en prestigiosas escuelas audiovisuales norteamericanas. De su progresivo éxito profesional podrá opinarse lo que se quiera, las palabras no bastan para restar un átomo de seducción al genio desgarbado con el que logró conjugar en este primer trabajo ejemplar, aunque algo heterogéno, las influencias mal disimuladas o claramente descaradas de las letanías opiáceas de la Velvet Underground con el discurso rugiente de Jesus And Mary Chain en un tratamiento colorista donde su voz melosa y atemperada a momentos parece calcada de Lawrence Hayward, el brillante chico que ponía el acento en Felt y daba reminiscencia docta del Lou Reed de los años salvajes, cuando era un andrógino inspirado de rostro pálido en el cual refulgían las pupilas como alfileres. Canciones como Mercy Seat y A Dream Of Love nos transportan a un universo de pastiches bien tramados que adquieren densidad y vida propia en un susurro de viñetas cargadas de paisajes electrizantes que hacen honor al elenco de bandas fichadas por 4AD, uno de los pocos sellos discográficos que han apostado fuerte por otra visión de la música.

VV. AA.: QUEL LASCIVISSIMO CORNETTO...




  • Lanzamiento: 1999
  • Género: Renacentista, s. XVI
  • Artistas similares: Puesto que se trata de una antología de compositores, mencionaré a Thomas Crecquillon, Girolamo Frescobaldi y Pierluigi da Palestrina como aval virtuoso del repertorio
Estimulado por la añoranza de una textura de fondo que le hiciera compañía en sus horas de trabajo monolítico frente al ordenador, un buen amigo me pedía no hace mucho orientación para iniciarse en el conocimiento de la tradición musical anterior a las exuberancias del Barroco y, sin pensarlo demasiado, me vino a la memoria esta elegante selección de piezas donde el protagonismo lo pone el cornetto, un instrumento de viento vinculado a las orquestaciones propias del Renacimiento y cuyo timbre afable se debe al equilibrio de un diseño que combina dos factores cruciales: la nobleza de los materiales empleados en su fabricación (principalmente ébano o marfil) con la ligereza de un cuerpo tubular de formas serpentinas y estilo aflautado que monta una boquilla similar a las empleadas para producir sonido en los bronces mediante la vibración de los labios.




Se ha dicho que el cornet à bouquin suena a un híbrido entre trompeta, clarinete y oboe; para mí, el resultado es como si los intérpretes estuvieran tocando una prolongación límpida y amplificada de su nariz: en esta presencia orgánica y un tanto surreal reside su atractivo. No es de extrañar que su afinación tienda a ser inestable y la técnica que requiere su ejecución ocasione fatiga cuando se dilata la partitura.

De los compositores que se han dado cita en este disco prefiero no decir nada, pues ni soy un exégeta versado en fuentes que asombren al experto ni sacaré de dudas al profano que se acerca puntualmente a la música antigua. No obstante, no puedo zanjar esta presentación obviando que aquí están presentes algunos de los más insignes autores del Cinquecento que también son considerados dignos precursores de los conceptos musicales modernos. Por dar un ejemplo, Frescobaldi gracias a sus colecciones de tocatas ejerció una influencia directa en Bach. Quizá echo en falta la huella ingeniosa del homicida Gesualdo, pero no estoy seguro de que su catálogo, en el que abunda la música sacra, cuente con alguna obra específica para cornetto.

Para esta grabación el conjunto Tragicomedia acompaña al cornetista Bruce Dickey con instrumentos no menos deleitosos: chitarrone (instrumento de cuerda parecido al laúd), vihuela, viola da gamba, arpa renacentista, arpa doble y órgano.