14 noviembre 2008

SWALLOW: BLOW


  • Lanzamiento: 1992
  • Género: Shoegazer, Noise Rock
  • Artistas similares: My Bloody Valentine, Curve, Pale Saints
Con piezas claves como Lovesleep, Oceans and blue skies y Sugar your mind, el debut de Swallow no fue capaz de hacerse un hueco perdurable en la escena del rock independiente que por entonces, momento propicio a los hallazgos musicales (todas las épocas fronterizas lo son), seguía bajo el comprensible hechizo de Sonic Youth, Pixies y Dinosaur Jr. El esquema no era nuevo, pero estaba en su apogeo: la caricia de una voz femenina fundida en una espesa atmósfera de guitarras nerviosas y bases programadas que invitaban al remolino sensorial de una deflagración bien temperada. La inquietante personalidad del Loveless de My Bloody Valentine, publicado con apenas unos meses de antelación tras un intenso trabajo de estudio, proyectaba una sombra demasiado pesada para poder escapar de ella. El binomio de Mike Mason y Louise Trehy, verdaderos artífices de Swallow, experimentó dificultades de diversa índole y poco después se disolvieron sin haber desarrollado su potencial. Sin embargo, el destino a veces pone las cosas en su justo lugar y entre los adictos a los estados hipnóticos generados por la corriente Shoegazer, Blow ha llegado a ser un objeto de culto que a medida que transcurre el tiempo resulta, si cabe, más exquisito.

ESPERS: ESPERS


  • Lanzamiento: 2003
  • Género: Neofolk, Psych Folk
  • Artistas similares: Matt Elliott, Death In June & Boyd Rice, Low

Cuando a medida que escuchas un disco te olvidas velozmente de tu historia personal, de los límites de tu piel, de donde te encuentras e incluso del hecho mismo de estar recreando auditivamente un trabajo musical, lo más probable es que hayas fumado una yerba de vértigo o estés metido de lleno en una obra de riqueza intemporal (si pueden ser ambas cosas, mejor). Puede que la ensoñación que provocan estas ocho pistas no logre volverte devoto de su lánguida y delicada mezcla de sonidos, pero si eres de los que consiguen dar el salto, te aseguro que todo lo que leas acerca de este sexteto te dará igual, pues habrás comprendido de inmediato cómo se llega al lugar donde nacen y mueren los duendes. En este lado del mundo oirás que si es evidente su herencia del folk británico de los 60, su semejanza con Six Organs Of Admittance o el manierismo retro de sus composiciones. Por mi parte, prefiero recordar que su nombre, Espers, hace referencia a los seres con habilidades psíquicas especiales, como la telepatía, y que este concepto, arraigado ya en el folclore de la ciencia ficción, fue acuñado por Alfred Bester en su relato Odd and Id, un autor obsesionado con los viajes en el tiempo y las complicaciones extrasensoriales a quien se le concedió el primer Premio Hugo de la historia en 1953 por El hombre demolido, un libro que espero me depare algún día una fruición comparable a la del álbum que acabo de glosar.

JOHN MAUS: LOVE IS REAL



  • Lanzamiento: 2007
  • Género: Lo-Fi, Coldwave
  • Artistas similares: Eyeless In Gaza, Martin Rev, Ariel Pink
Ardua elección para estrenar un blog dedicado a la buena música de todas las épocas. ¿Por qué John Maus? Para empezar, porque tenía anunciado un concierto en Barcelona el día 7 que nunca llegó a celebrarse y dejó frustradas mis ganas de presenciar en vivo su frenesí, bastante histriónico, de goliardo posmoderno; también, por supuesto, porque Maus es al Lo-Fi lo que Elvis fue, según algunos, al Rock 'n' Roll: el puto rey (y que conste que frente a este coronamiento mi ánimo se inclina más hacia Chuck Berry, Gene Vincent o Carl Perkins, pero el mainstream lo emborrona todo). Maus es un músico relativamente tardío (nació en 1980) en esto de la low fidelity con que los anglosajones definen el sonido auténtico y a menudo sólo chatarrero de las producciones en plan autárquico, un género que cuenta con precedentes ilustres como Joe Meek, Nick Drake, Daniel Johnston o los inigualables The Residents, y en el que siguen encontrando un refugio natural talentos de toda especie.


Maus nació y se crió en Austin, Minnesota, y siendo un chaval de apenas diez años realizó sus primeras grabaciones con la orquesta de su iglesia, donde tocaba la guitarra. En la actualidad lo sabemos profesor de filosofía política en la Universidad de Hawai, Manoa, actividad que suponemos debe de compaginar con sus dedicaciones creativas, las cuales tampoco exigen un gran despliegue de medios técnicos y humanos: para montar un espectáculo a John le basta con su voz, un amplificador y una mesa de mezclas que contenga el guiso primigenio de sus canciones. Con estas premisas y metido en su papel con el énfasis de un poseso, transforma cada actuación en la caricatura de lo que debería ser una puesta en escena y el público, sorprendido en un principio por lo que parece un karaoke siniestro, pronto empieza a cerrar el círculo en torno al trovador.

Colaboró con Ariel Pink en dos de sus discos, Underground y Loverboy, además de acompañar a los teclados en alguna ocasión a Panda Bear, nombre artístico de Noah Lennox quien, a su vez, es integrante de una de las bandas experimentales más prolíficas e interesantes en activo, Animal Collective, próxima en su estilo a lo que se ha etiquetado como Freak Folk, un crisol donde convergen la tradición acústica psicodélica con el gusto por las melodías sombrías y el colorido que aportan instrumentos de procedencia tan estrafalaria como pianos de juguete, cajas de música, theremines, etc, además de puntuales efectos electrónicos. Sin entrar en otros pormenores, este subgénero tiene en el dúo CocoRosie uno de los exponentes más conocidos.

Love Is Real representa la madurez de John Maus después de su primera obra en solitario Songs y estoy convencido de que, para bien o para mal, su audición no dejará a nadie indiferente. Es una lástima que el arte de la cubierta no le haga justicia.