26 enero 2009

MONKS: BLACK MONK TIME


  • Lanzamiento: 1966
  • Género: Garage Rock, Proto Punk
  • Artistas similares: The Fugs, The Sonics, The Sorrows
Aclamado por los adictos a las propuestas musicales crudas e irreverentes como el primer disco Punk antes de que el término se usara según el estereotipo británico comercializado a finales de los 70, los Monks suenan con una pureza salvaje digna de tal nombre por derecho propio y tal vez tenga mucho que ver en ello el hecho de que sus cinco integrantes fueran exmilitares hastiados de servir en las tropas estadounidenses. Solían representar sus actuaciones tonsurados y ataviados con el hábito franciscano, pero dada su manera de tocar (se declaraban anti-Beatles), prodigando llamaradas polifónicas de una rítmica feroz, más ajustado sería entenderlos como emisarios elocuentes del inframundo.

Extravagancias carnavalescas aparte, entre sus rarezas como conjunto no faltan la rabia de un banjo eléctrico y el ensalmo de un órgano aporreado con saña que podemos disfrutar en toda su amplitud en temas como Monk Time, Boys Are Boys And Girls Are Choice y el himno de aires tragicómicos We Do Wie Du. 

23 enero 2009

TUXEDOMOON: DESIRE


  • Lanzamiento: 1981
  • Género: Art Rock, Synth Pop, Experimental
  • Artistas similares: Grauzone, The Golden Palominos, Polyrock
Para ser honesto, apenas manejo datos vívidos acerca de los entresijos que rodearon la gestación de este álbum y casi nada sobre la carrera musical de Blaine Reininger y Seteven Brown, los estudiantes de composición electroacústica que fundaron el grupo en 1977, un año mítico dentro de la escena alternativa cuyas apuestas menos explotadas todavía nos parecen válidas y dignas de estudio; baste recordar trabajos tan sólidos como el inaugural de Suicide, el Marque Moon de Television y el Trans-Europe Express de Kraftwerk por no caer en el tópico de mencionar el Never Mind de los Pistols o el primer larga duración de los Clash, que tampoco deberían faltar en una buena colección.

Encuadrados en la resurrección de las vanguardias artísticas como futuristas por concepto, Tuxedomoon desarrollaron al margen de cualquier etiqueta al uso un despliegue de mosaicos barrocos donde la soltura de la New Wave coqueteaba con la filigrana piscodélica, la teatralidad del Punk y el espíritu maquinista de unos sintetizadores que adquieren una perspectiva enriquecida al compartir espacio con vigorosos riffs de guitarra y bucles preciosistas donde, no sabemos muy bien de qué manera, también logran colarse el testimonio de un cello o el culebreo de un saxo sin que por ello el conjunto desentone o pierda ritmo, antes al contrario. En este sentido, Desire constituye su obra más inspirada y llega a funcionar como un ecosistema con estilo propio, pues lo que hicieron antes y después, que es variado y puede despertar nuestro interés si somos inclinados a las síntesis experimentales, queda muy lejos del nivel alcanzado aquí.